jueves, 21 de abril de 2016

Algunas ideas acerca de la creatividad





Quisiera comentar algunas de las ideas que se tienen acerca de la creatividad, palabra de la que muchas personas hablan, pero no la conocen bien.

Existen diversos malentendidos con respecto a lo que es ser creativo, los cuales son explicados por  Edward de Bono, en su libro “El pensamiento creativo”.

La creatividad es un talento natural y no puede ser enseñada

Está muy extendida la idea de que la creatividad sólo es patrimonio de unos pocos privilegiados. Por lo tanto, si nosotros no formamos parte de ese grupo, si no tenemos unas dotes especiales para las ideas u obras novedosas y creativas, quedamos liberados de la necesidad de desarrollar la creatividad. Si se tratara de una condición natural, no tendría sentido el esfuerzo para cultivarla o mejorarla.

Evidentemente, si no fomentamos la creatividad, la capacidad creativa dependerá totalmente de la existencia del talento “natural”.

Hay muchos niveles de destreza en la creatividad, así como en las matemáticas, tocando el piano, o practicando un deporte. Si descartamos que la ineptitud pueda ser considerada como un nivel, comenzaríamos por el desconocimiento más absoluto,  para ir subiendo sucesivos peldaños. Hasta alcanzar el virtuosismo y finalizar en la genialidad.

Si proporcionamos entrenamiento, estructuras y técnicas sistemáticas, todas las personas mejorarán en sus habilidades creativas; aun cuando, es cierto que, algunas,  recorrerán el camino, con mayor facilidad. Incluso aquellas que sean naturalmente creativas, podrán beneficiarse también, si se someten a entrenamiento y adoptan ciertas técnicas específicas.

La creatividad proviene de los rebeldes

Antes, se creía que la creatividad se manifestaba más fácilmente en los individuos rebeldes, ya que, los conformistas, estaban ocupados aprendiendo cómo adaptarse mejor a las reglas del juego. Los rebeldes, por el contrario, tendían a desafiar los conceptos existentes y a buscar nuevos modos de acción. Demostraban coraje,  energía y puntos de vista diferentes.

Esta concepción tradicional de la creatividad está cambiando. Según De Bono, desde que se ha empezado a entender la naturaleza del pensamiento creativo y se pueden explicar las reglas de este “juego”.  Al ser reconocido por parte de la sociedad, toda vez que a los “conformistas” les gusta aprender juegos, es muy probable que quieran participar, llegando a ser más creativos que los rebeldes. Sobre todo, porque, a estos últimos, no les gusta someterse a las reglas y siempre necesitan tener algo a lo que oponerse.

Hemisferio derecho /hemisferio izquierdo

No voy a ahondar sobre las bondades de un mayor desarrollo de un hemisferio con respecto al otro. Pretendería recalcar que son necesarios para el pensamiento creativo y, cada uno de ellos, aporta elementos importantes. Cuando una persona está entregada al pensamiento creativo, tanto su hemisferio derecho, como el izquierdo, están en actividad, al mismo tiempo.

Arte y creatividad

La creatividad, no es exclusiva de los artistas. Tampoco, todos los artistas pueden ser considerados creativos.

La liberación

Gran parte del “entrenamiento” en creatividad ha estado dirigido a “liberar” a las personas de las trabas que les impiden ser creativos, a “soltar” su innato potencial de creatividad. Eso es importante, pero no suficiente. Además de ello, deben aprender técnicas que les ayuden a ser más creativos, hacer ciertas cosas “no naturales” para nuestro cerebro, que lo hagan funcionar de forma diferente.

La intuición

La intuición parece estar bastante ligada al pensamiento creativo. Basándose en el vocablo inglés, De Bono señala que tiene dos significados perfectamente diferenciables:

Uno, se refiere a ese momento en el que súbitamente vemos algo de una manera nueva. Este aspecto de la intuición se parece al fenómeno del humor, en el que contemplamos algo, desde una perspectiva diferente.

El otro, abarca un sentimiento que surge de la experiencia y la reflexión. Los pasos que conducen a ese sentimiento no se perciben detalladamente y por eso se denominan “intuición” y no “pensamiento”. En el caso de la experiencia previa  podemos descubrir que tenemos una “corazonada” sobre determinado asunto. En el caso de la reflexión, introducimos los factores, dejando, posteriormente, que la “intuición” trabaje sobre ellos para producir un resultado; como cuando nos vamos a dormir, pensando en un problema.

No está claro si es realmente posible que cierto tipo de trabajo mental se produzca fuera de nuestra conciencia. Aunque no sea así, puede haber una especie de reorganización de la información que introducimos en la mente, sin esfuerzo consciente, para producir un resultado.

Lo que sí resultaría peligroso es suponer que “todo sucede” en la intuición y que, por lo tanto, no podemos hacer nada en ese terreno. Es como aceptar la existencia de una caja negra en la mente y renunciar a todo esfuerzo consciente, limitándonos a esperar que la intuición cumpla correctamente con su trabajo, cada vez que se lo pedimos.

De Bono cree que la intuición desempeña un papel importante en las etapas finales de los procesos sistemáticos del pensamiento lateral. Opina que, de vez en cuando, la intuición puede aportar algo valioso, sin intervención de ninguna técnica creativa. Así mismo, cree que estas aportaciones de la intuición son un regalo.

Creatividad y “locura”

El autor opina que ese aspecto “alocado” de la creatividad, tan elogiado por algunos, tiende a desacreditar el pensamiento creativo y a presentarlo como algo poco serio.

Resulta fácil fomentar la locura, porque, parece tan diferente del pensamiento normal, que incluso puede resultar divertida. Los individuos sienten que sus inhibiciones desaparecen a medida que se esfuerzan por ser los más “locos” del grupo.

Desde luego, la creatividad no consiste en darle vueltas a las ideas existentes, de modo que, al principio, las nuevas ideas pueden parecer alocadas. Aunque, la realidad, es que la utilización de técnicas de pensamiento creativo no tiene nada de locura.

La creatividad de saltos grandes y de saltos pequeños

Se dice que la creatividad occidental está obsesionada con el gran salto conceptual que establece un nuevo paradigma, mientras que, la creatividad japonesa, se conforma con una sucesión de modificaciones provocadas por saltos pequeños que producen nuevos productos sin ningún cambio repentino de conceptos. ¿Cuál de las dos es mejor? La creatividad de saltos pequeños es tan necesaria como la de saltos grandes.

La creatividad de saltos pequeños tiene un indudable valor y, en cierta medida, Occidente lo ha ignorado debido a su obsesiva preferencia por las ideas nuevas y “grandiosas”, que son más satisfactorias e impresionan más. La preocupación occidental por la creatividad “genial” ha hecho que se dejara de lado, en muchas ocasiones, la creatividad “práctica”; en donde, los saltos pequeños, asumen la forma de modificaciones, mejoras y combinaciones. Una idea nueva puede depender de una cierta dosis de creatividad de saltos pequeños.

Pensamiento creativo individual, o de grupo

El pensamiento creativo puede producirse tanto en grupo, como individualmente. De hecho, muchas veces será recomendable que haya un trabajo individual previo, para luego trabajar en grupo. El trabajo individual es mucho mejor para generar ideas y nuevas orientaciones. Una vez generadas, un grupo puede resultar muy eficaz para desarrollarlas por rumbos en los que, su creador, no había pensado.

Inteligencia y creatividad

Algunas veces, una mayor inteligencia puede llegar a ser un obstáculo para la creatividad. Es muy frecuente que las personas con un CI alto no hayan sido estimuladas para reflexionar o conjeturar; y, también, que se les haya inducido a no exponer ideas frívolas. A veces, la persona inteligente se da cuenta que una idea es absurda y no la propone. La persona menos inteligente, en cambio, es posible que no advierta que esa idea no puede funcionar.

La cuestión práctica consiste en conocer si uno tiene que ser muy inteligente, para ser creativo. Saber, si una inteligencia superior puede constituir una desventaja para la creatividad.

En mi opinión, nadie necesita una inteligencia excepcional para ser creativo.

El autor, cree que la inteligencia es el motor de la mente. Haciendo una analogía entre la inteligencia y la potencia de un coche, señala que, independientemente de que un coche tenga mayor o menor potencia, sus prestaciones, dependerán del conductor. Un automóvil potente puede ser mal conducido, mientras que, otro más modesto, puede ser bien conducido. Del mismo modo, una persona “inteligente” puede ser un mal pensador, si no ha adquirido las técnicas necesarias para pensar bien. Y una persona menos inteligente puede tener mejores habilidades de pensamiento.

Todo depende de los hábitos, la formación y las expectativas de cada individuo.






4 comentarios:

  1. Muy interesante, pero yo me pregunto... ¿Existen técnicas para ayudar al creativo a romper moldes, sobretodo a nivel del bloqueo emocional? Porque al igual que existen personas que no son creativas, tambien hay creativos con bloqueos que no les dejan dar a luz sus ideas...¿La edad puede ser un bloqueo para el desarrollo de la actividad creativa del que posee esa gracia?

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    1. Me gusta mucho que te hagas preguntas, a partir del escrito. Por supuesto. Las herramientas de Pensamiento lateral ayudan a pensar creativamente, aunque existan bloqueos emocionales. La edad, en sí, no es un bloqueo, ni impedimento alguno, para ser creativo. Con la edad te pueden surgir miedos, "vergüenza", inseguridad..., pero son superables con un buen enfoque y las técnicas adecuadas. Iremos llegando a ellas. Primero, debo poneros en situación de entenderlas mejor.

      Puedes revisar el siguiente escrito, que acabo de publicar en el blog: La pausa creativa, la primera de las técnicas de pensamiento creativo.

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  2. Me ha encantado el tema de las pausas creativas, es muy interesante y me motiva muchisimo.

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    1. Es muy bueno que te motive!!!! Ya sabes. De vez en cuando, una pausa creativa. Quiero comentarte algo que pensaba, con este tema, y algún día veré cómo ponerlo por escrito. Pienso que alguma pausa, como la creativa, debemos hacerla cuando estamos inmersos en nuestros pensamientos irracionales. Parar, detenernos unos segundos, centrarnos en algo, pensar en ello desde otra perspectiva, verlo al revés, o relacionarlo con el primer objeto que veamos... Ver qué se nos ocurre, y seguir adelante con lo que queremos hacer.

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