miércoles, 30 de septiembre de 2015

Hoy siento una gran alegría



“Es como si hubiera despertado un monstruo en mí. La necesidad de expresarme, de comunicar lo que pienso, lo que siento, lo que me gusta, lo que deseo, lo que me preocupa.”

Como ya me he referido en otras ocasiones, pienso que algunas vidas son como más ordenadas y predecibles, y hay otras, que van cambiando cada cierto tiempo. La mayoría, coincidimos en tener ciertos momentos de reflexión personal, en los que debemos decidir si continuamos por el camino que elegimos tiempo atrás, si tomamos nuevos senderos, o si diversificamos nuestra vida, agregando actividades a las que no nos habíamos dedicado previamente, o que llevábamos muchos años sin invertir parte de nuestro tiempo en ellas.

Las nuevas ocupaciones pueden ser de muy diversa índole. Algunas, más relacionadas con nuestra profesión u ocupación; otras, con el deporte, la cultura, o con las artes. Como la escritura, la pintura, el teatro, etcétera. Por lo general, empiezan como una actividad complementaria, ocasional, de tiempo libre, pero pueden llegar a ocupar partes importantes de nuestro tiempo. Estas actividades suelen tener el común denominador de hacerse por placer, y por decisión propia. No son impuestas, por lo que se desarrollan, libremente.

Nuestra dedicación a estos intereses, tiene un efecto bastante motivador, el cual va llenándonos de energía, felicidad, seguridad en nosotros mismos. Aporta, a nuestras vidas, ilusión, deseo, libertad y pasión. Descubrimos nuevas facetas y habilidades ocultas. Nos vamos dando cuenta que dedicar parte de nuestro tiempo, y nuestras energías, en el desarrollo de esas actividades, es muy beneficioso para nosotros, llegando a tener efectos sanadores y terapéuticos. Nos puede ayudar a modificar la forma en que nos vemos a nosotros mismos, y la actitud ante nuestra vida. A veces, se abren puertas a nuevas vocaciones y podemos decidir dar un giro a nuestra actividad profesional o laboral.

Implicarnos en actividades que realmente nos agraden y nos apasionen, comporta que les dediquemos muchas horas, y que disfrutemos de tal manera con lo que hacemos, que iluminan otras áreas o parcelas de nuestra vida. Tiene grandes beneficios en lo personal, lo afectivo, lo intelectual, incluso en nuestras relaciones interpersonales. No importa la actividad a la que nos dediquemos. Si realmente disfrutamos llevándola a cabo, siempre será enriquecedor para nuestra vida.


Hace unos días, recibí un correo de una amiga mía, que rebosaba entusiasmo. Quería compartir conmigo su alegría por haber tomado la decisión de reservar sus energías, y parte de su tiempo, para escribir. Era una actividad que ella sólo había hecho ocasionalmente, como forma de expresión escrita de aquello que le sucedía,  que le preocupaba, que desearía hacer; o ciertos comentarios a algún texto que hubiese llamado su atención. En ocasiones, me había hecho partícipe de algunos de sus escritos, lo cual hizo que yo le alentara a iniciar un blog.

Le pedí permiso para compartirlo y le pareció muy buena la idea.

Procedo, sin más, a reproducir su escrito:


“Hoy siento una gran alegría ¡Estoy viva! Tengo la impresión de haber estado hibernando durante gran parte de mi existencia, y de despertar ahora. He estado funcionando como a media marcha y, en ocasiones, aún menos.

Es como si hubiera despertado un monstruo en mí. La necesidad de expresarme, de comunicar lo que pienso, lo que siento, lo que me gusta, lo que deseo, lo que me preocupa. Quiero compartir mi forma particular de ver el mundo. Reflejar lo que, durante tantos años, se ha ido fraguando en mí, y  ha encontrado un medio de expresión. Por lo pronto, este blog está siendo una gran bombona de oxígeno para mí, con la cual bucear sobre diferentes temas, y poner mis ideas por escrito.

Los temas sobre los que deseo pensar y escribir se van sucediendo unos a otros. Tomo notas, copio mensajes que me llaman la atención, guardo imágenes y artículos de interés… Como no puedo abordar, al mismo tiempo, todos los temas que me van interesando, guardo las ideas que se me ocurren para, en su momento, desarrollarlas, una a una. Tendré que luchar por evitar la dispersión, y canalizar ese deseo de abarcar muchas más cosas de las que puedo hacer.

Lo que es genial, es que me encuentro motivada, animada, ilusionada, y siento que cada día me voy encontrando mejor. He dejado atrás los miedos, las inseguridades, las dudas. Siguen apareciendo, de vez en cuando, pero como les presto muy poca atención, se diluyen rápidamente.

Es maravilloso ese sentimiento de despertar, de ir haciéndote dueño y protagonista de tu vida, de tu mundo. Hacer tuyo tu pasado, tu presente y tu futuro. Asirlos con fuerza, con ilusión ¡Sin aferrarse a nada!

Vivir este momento presente, que es el único que realmente tenemos. Es donde podemos actuar, disfrutar, aprender… ¡Vivir!

Saber que el futuro es incierto; pero depende, en gran parte, de lo que hagas, cada día. Que, aunque habrá muchas cosas que se escapen de tu control, esa sensación de poder que te da ser consciente que eres el principal motor de tu vida, es algo grandioso.

Hoy, siento que todo lo que vivimos, sea bueno, malo, positivo, negativo, agradable, o desagradable, nos conduce a que, algún día, seamos capaces de  abrirnos al mundo. Y de compartir nuestra particular forma de pensar, de sentir, y de interpretar la realidad que vivimos.

Se ha roto el dique de contención ¡Afortunadamente!”





3 comentarios:

  1. Maeavillosa lluvia de sentimientos. Resultado de un sueño dormido y materializado por el valor de llevarlo a cabo, de parirlo disfrutando cada segundo y dejando que los latidos de neonato, desplieguen su musica... Me hace volver a mis deseos latentes y dejarme embriagar de ellos, paea activar mis motores y lanzarme con todas las del equipo. Me ha encantado, de veras...

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    1. Palona, te respondí con otro mensaje, en lugar de como respuesta al tuyo. Espero que el entusiasmo que tenías, al leer el escrito, continúe.

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  2. Es importante el impulso, el ponernos en movimiento con actividades que nos gusten y, mejor todavía, si nos apasionan. Pero ese es sólo el comienzo. El camino exige esfuerzo, constancia, perseverancia, caer y levantarse, disfrutar con el camino, con la actividad en sí, procurando hacerla con esmero y dedicación... Es increíble el poder que tiene en tu vida, incluso de sanación de otros problemas, que parece se diluyen con el tiempo dedicado a algo que te entusiasma...

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