Hace muchos años, empecé
a leer libros sobre creatividad, herramientas de pensamiento y pensamiento
lateral. Hoy en día, estos temas siguen siendo tan importantes y necesarios,
como lo eran cuando yo empecé a interesarme por ellos. Aunque difieren bastante
de otros sobre los que he escrito, podemos encontrar información que
puede ser bastante interesante para muchos de nosotros. Durante esa época,
estaba especialmente centrada en la lectura y estudio de los libros de Edward
de Bono. Deseo compartir con ustedes una pequeña parte de su inmensa obra.
Intentaremos ver cómo puede encajar en nuestras vidas.
De Bono utiliza el
término pensamiento vertical para
referirse a nuestra forma habitual de pensar: el pensamiento lógico, convencional,
o racional, en el que pasamos directamente de un estado de la información a
otro, y hay continuidad entre los diferentes pasos. La educación tradicional
funciona así, y para muchas personas es la única forma válida de pensar. De
Bono considera que este tipo de pensamiento es importante; motivo por el cual
nos proporciona una serie de técnicas para desarrollarlo, de forma consciente.
Este tipo de pensamiento también es conocido como pensamiento convergente, porque normalmente parte de una mayor
información y se va descartando parte de ella, para llegar a unas conclusiones
sobre algo.
El autor nos dice que
sería casi imposible conseguir una respuesta a muchos de los problemas que
debemos resolver, si solamente utilizáramos el pensamiento lógico, o vertical.
Además, sería difícil encontrar nuevas ideas si utilizáramos la información de
la misma forma como siempre la hemos manejado. El pensamiento lateral introduce discontinuidad, o cambio de
dirección. Este término fue utilizado, y ampliamente desarrollado, por Edward
De Bono. También podemos referirnos a este tipo de pensamiento como divergente o creativo.
El pensamiento lateral
nos ayuda a encontrar una idea. El
pensamiento vertical nos ayuda a desarrollarla.
Cuando el pensamiento
vertical llega a un punto muerto, sin llevarnos a ninguna parte, el pensamiento
lateral cambia el enfoque, o su forma
de aproximación, para poder reemprender la tarea.
El pensamiento lateral
rara vez proporciona una solución por
sí mismo. Por lo general, se limita a suministrar una nueva perspectiva, o
rescatar a alguien que se ha encontrado bloqueado por determinada idea.
Cuando introduce la duda sobre una idea o concepto bien
establecidos, la
intención del pensamiento lateral no es hacerla inservible, o rechazarla.
Necesitamos hacer uso de todas las ideas que tengamos; de lo contrario, no
podremos proceder de forma alguna.
El pensamiento lateral
abre la posibilidad de reestructurar la idea para ponerla al día y ofrece otras
formas de trabajar con ella. De tal manera, que seamos capaces de encontrar
nuevos enfoques; o formas de contemplar aquello con lo que estamos trabajando.
Cuando ya hemos
adquirido el hábito del pensamiento lateral, su uso no se limita a momentos
ocasionales, o a la utilización de unas técnicas, sino que se alterna de forma
natural con la utilización del pensamiento vertical. Antes de alcanzar ese
estadio, es conveniente prestar atención a los principios del pensamiento
lateral y practicar con ellos, hasta conseguir cierta habilidad en su manejo.
El pensamiento lateral
tiene que ver con la generación de nuevos enfoques, huyendo de los viejos. No
es un método para decidir o para actuar. Una vez que las ideas han sido
concebidas, uno debe comprobar su utilidad
antes de llevarlas a la práctica. Podemos utilizar todo el rigor del pensamiento
vertical para examinar las ideas que han surgido gracias a la utilización del
pensamiento lateral.
El pensamiento lateral
no tiene que ser utilizado todo el tiempo. En realidad, uno puede llegar a
utilizar el pensamiento lateral durante un cinco por ciento del tiempo y el
pensamiento vertical durante el restante noventa y cinco por ciento. Dependerá
del tema sobre el que estemos trabajando y de la naturaleza de la situación. Si
debemos desarrollar una nueva idea, o no podemos resolver un problema con el pensamiento
vertical, entonces será conveniente dedicar algo de tiempo para pensar
lateralmente. En el curso habitual de los acontecimientos, no hace falta
invertir más de tres minutos diarios en la utilización del pensamiento lateral
relativo a un problema. Realmente, es una pequeña cantidad de tiempo que
cualquiera puede permitirse, especialmente cuando la recompensa puede ser tan
grande.
De la misma forma que
podemos mejorar nuestra manera de utilizar el pensamiento lógico o vertical,
también podemos aprender acerca del pensamiento lateral.
Cuando aprendamos a
afrontar las situaciones de forma diferente, tendremos menos tendencia a ser
rígidos, arrogantes o dogmáticos. Podremos utilizar nuestras ideas, o las de
otros, de forma diferente, explorando todo lo que puedan dar de sí.
Les invito a
transitar, conmigo, por este nuevo sendero,
novedoso para muchos de ustedes. De alguna forma, también es diferente e
innovador para mí. He leído muchos libros acerca del pensamiento, la
creatividad y el pensamiento lateral. Sin embargo, es la primera vez que
escribo sobre ello para otras personas. Espero que podamos disfrutar, aprender
mucho, y que lo encontremos útil.
Por tanto ¿El pensamiento lateral es aquel que te da la oportunidad de utilizar tu pensamiento creativo para encontrar una solución partiendo de un pensamiento vertical o racional ? Ese pensamiento, deduzco, que es el que buscan algunas empresas en futuros empleados, cuando solicitan que sean proactivos y en el momento de hacer las entrevistas, les someten a un juego de "rol" para ver aquellos que saben encontrar soluciones rápidamente. Otro podria ser .. una empresa de publicidad, que debe encontrar varias formas de sacar rendimiento a un producto a través de las ideas que sus empleados pueden aportar..." ¿Que más ejemplos se nos podrian ocurrir?
ResponderEliminar¡Muy interesante este atículo Magdalena!
Veo que debo profundizar más en el tema del pensamiento lateral, o creativo, y el vertical, o tradicional... Los dos son muy necesarios, y no actúan por separado. La mayor parte del tiempo utilizamos, y utilizaremos el pensamiento vertical, lógico..., el que estamos acostumbrados a utilizar, con mejores o peores resultados. Ante ciertas situaciones, que no podremos resolver solamente mediante el pensamiento lógico tradicional, debemos aprender a ver las situaciones de otra forma, nuevas rutas, nuevas aproximaciones... El pensamiento lateral, y el pensamiento creativo, nos pueden ofrecer ese nuevo enfoque y herramientas para conseguirlo. Prometo seguir profundizando en el tema, aunque, muy a mi pesar, todavía se hará esperar unas semanas...
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