Y cuando queremos comunicarnos conviene tener en cuenta:
🔹Si la otra persona quiere escucharnos.
🔹Si le interesa lo que le estamos diciendo.
🔹Si es un momento adecuado para que pueda darse la comunicación, por parte
suya y por parte nuestra.
🔹Si lo que entiende de lo que nosotros decimos, es realmente lo que
queríamos comunicar.
🔹🔹Porque es muy difícil compaginar el deseo, o la necesidad, que puede tener
una persona de comunicarse con otra, con el respeto por la libertad
y el estado anímico de aquella a la cual se dirige.
¿Qué es lo propio?
Lo propio es todo aquello que sentimos, que pensamos, que queremos, que
deseamos, lo que nos motiva, lo que nos duele, lo que nos hace reír y
llorar; aquellas cosas que nos llegan a lo más íntimo, los recuerdos, las
vivencias, nuestros planes y muchas otras cosas...
No nos quedemos en las apariencias, en lo superficial, en lo
insignificante, en los malos recuerdos…
En cuanto a los malos recuerdos, hagamos lo posible por solucionar
la situación a la cual se refieren. Luego, procuremos dejarlos de lado, para no sacar
todos los trapos sucios cuando estamos tristes, molestos o enfadados. No es
conveniente seguir dándoles vueltas y vueltas, ya que esto sólo nos generará
emociones negativas, y no nos ayudará a solucionar nada, sino a complicarlo
todo aún más.
Algunas palabras pueden ser inoportunas, imprudentes, irritantes, frías,
impositivas o hirientes. Debemos hacer un esfuerzo por tener un buen nivel de autocontrol,
por ser dueños de nosotros mismos y no dejarnos llevar por
nuestros pensamientos y emociones.
Para saber cómo somos en nuestro interior, necesitamos de
momentos de relación y de soledad. De comunicación y de silencio.
La comunicación con otros nos ayuda a conocernos, a descubrir nuevas
facetas, a ver el mundo desde otras perspectivas, a crecer interiormente...
“Muchos problemas de relaciones humanas no se producirían si ambos
interlocutores tuvieran un mayor dominio de sus palabras y
supieran hablar cordialmente".
Respecto a lo primero, convendría recordar las palabras de Aristóteles:
"El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus
palabras"
Tendremos el dominio sobre nuestras palabras 🔹cuando nos hayamos tomado el tiempo necesario para
pensar en lo que queramos decir; con mayor razón, todavía, si aquello que
hablemos, deseáramos ponerlo en práctica. 🔹Cuando escuchemos atentamente las
palabras de nuestro interlocutor, para poder procesarlas en nuestro intelecto,
de forma que podamos darles una interpretación adecuada y nos sea posible
responder con ecuanimidad. 🔹Cuando no tengamos miedo al silencio, ni prisa por
hablar. 🔹Cuando sepamos enlazar nuestros silencios con nuestras palabras. 🔹Cuando
no queramos imponer nuestro criterio, sin tener en cuenta el punto de vista de
los demás.
En
ocasiones, será necesario decidir si es mejor hablar o callar. Si tenemos
dudas, es mejor guardar silencio, hasta que nuestras dudas queden despejadas.
Si estamos alterados, o nerviosos, o enfadados, es mejor aplazar nuestra
respuesta, e incluso la conversación, hasta que recuperemos nuestra serenidad.
Y, después, no renunciar a hablar sobre aquello que consideremos necesario e
importante.
Por otra
parte, hablar cordialmente es hablar con el corazón. Comunicarnos desde el
respeto, haciendo un esfuerzo por comprender al otro y poniéndonos en su lugar.
Entender que nuestras palabras deben ser pronunciadas desde el corazón. Decir,
en fin, las cosas con amor, con afecto y con cariño.
He aprendido a base de tortas, que aunque te pidan que les comuniques lo que piensas, has de tener en cuenta si el interlocutor está preparado para escucharlo sin enfadarse... A veces es mejor reclinar la invitación ...
ResponderEliminarTienes mucha razón!!!!!
EliminarTambién hay que tener cuidado cuando nos hacen una pregunta directa. Paremos un momento y pensemos si queremos responder y qué es lo que diremos. Algunas personas son especialistas en hacernos hablar y hablar, de temas muy personales, mientras que nosotros sabemos poco de ellos.
EliminarExcelente articulo, como nos falta escuchar bien antes de hablar o responder para no errar tanto
ResponderEliminarGracias, es cierto. Esa escucha activa, atenta, respetuosa, nos llevaría a comprender a los demás y a ser cautelosos a la hora de responder.
EliminarEs un magnífico artículo. Me ha encantado saber más bcosas acerca de lo que es y no es ( bien) comunicar.
ResponderEliminarQuerría que volvieras a leer este escrito. Creo que lo entenderías desde la experiencia de estos meses y lo verías con nuevos ojos.
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