jueves, 25 de junio de 2015

¿Qué es comunicar?


Aunque existen diferentes definiciones sobre lo que es la comunicación, yo quiero referirme a una que me llamó, especialmente, la atención. La encontré en el libro “Relaciones Humanas en la Familia”, en donde Oliveros F. Otero, doctor en Ciencias de la Educación y especialista en temas de familia, profundiza en muchos aspectos de lo que es la comunicación.

“Comunicar es poner lo propio en común”

Cuando vi esta definición, entendí que, en la mayoría de nuestras relaciones, no existe una verdadera comunicación. De repente, descubrí que podemos haber estado rodeados de personas y no conocer casi nada de ellas; de la misma forma que, ellas, tampoco nos conocen a nosotros. Hemos estado viviendo nuestra vida, en solitario, como mejor hemos podido, y no nos hemos relacionado en profundidad.

La relación humana supone algo propio que comunicar en cada una de las personas que se relacionan”

Y cuando queremos comunicarnos conviene tener en cuenta:

🔹Si la otra persona quiere escucharnos.
🔹Si le interesa lo que le estamos diciendo.
🔹Si es un momento adecuado para que pueda darse la comunicación, por parte suya y por parte nuestra.
🔹Si lo que entiende de lo que nosotros decimos, es realmente lo que queríamos comunicar.

🔹🔹Porque es muy difícil compaginar el deseo, o la necesidad, que puede tener una persona de comunicarse con otra, con el respeto por la libertad y el estado anímico de aquella a la cual se dirige.

¿Qué es lo propio?

Lo propio es todo aquello que sentimos, que pensamos, que queremos, que deseamos, lo que nos motiva, lo que nos duele, lo que nos hace reír y llorar; aquellas cosas que nos llegan a lo más íntimo, los recuerdos, las vivencias, nuestros planes y muchas otras cosas...

No nos quedemos en las apariencias, en lo superficial, en lo insignificante, en los malos recuerdos…

En cuanto a los malos recuerdos, hagamos lo posible por solucionar la situación a la cual se refieren. Luego, procuremos dejarlos de lado, para no sacar todos los trapos sucios cuando estamos tristes, molestos o enfadados. No es conveniente seguir dándoles vueltas y vueltas, ya que esto sólo nos generará emociones negativas, y no nos ayudará a solucionar nada, sino a complicarlo todo aún más.

Algunas palabras pueden ser inoportunas, imprudentes, irritantes, frías, impositivas o hirientes. Debemos hacer un esfuerzo por tener un buen nivel de autocontrol, por ser dueños de nosotros mismos y no dejarnos llevar por nuestros pensamientos y emociones. 

Para saber cómo somos en nuestro interior, necesitamos de momentos de relación y de soledad. De comunicación y de silencio.

La comunicación con otros nos ayuda a conocernos, a descubrir nuevas facetas, a ver el mundo desde otras perspectivas, a crecer interiormente...

“Muchos problemas de relaciones humanas no se producirían si ambos interlocutores tuvieran un mayor dominio de sus palabras y supieran hablar cordialmente".

Respecto a lo primero, convendría recordar las palabras de 
Aristóteles: 

"El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras"

Tendremos el dominio sobre nuestras palabras 🔹cuando nos hayamos tomado el tiempo necesario para pensar en lo que queramos decir; con mayor razón, todavía, si aquello que hablemos, deseáramos ponerlo en práctica. 🔹Cuando escuchemos atentamente las palabras de nuestro interlocutor, para poder procesarlas en nuestro intelecto, de forma que podamos darles una interpretación adecuada y nos sea posible responder con ecuanimidad. 🔹Cuando no tengamos miedo al silencio, ni prisa por hablar. 🔹Cuando sepamos enlazar nuestros silencios con nuestras palabras. 🔹Cuando no queramos imponer nuestro criterio, sin tener en cuenta el punto de vista de los demás.

En ocasiones, será necesario decidir si es mejor hablar o callar. Si tenemos dudas, es mejor guardar silencio, hasta que nuestras dudas queden despejadas. Si estamos alterados, o nerviosos, o enfadados, es mejor aplazar nuestra respuesta, e incluso la conversación, hasta que recuperemos nuestra serenidad. Y, después, no renunciar a hablar sobre aquello que consideremos necesario e importante.

Por otra parte, hablar cordialmente es hablar con el corazón. Comunicarnos desde el respeto, haciendo un esfuerzo por comprender al otro y poniéndonos en su lugar. Entender que nuestras palabras deben ser pronunciadas desde el corazón. Decir, en fin, las cosas con amor, con afecto y con cariño.




                                                    

7 comentarios:

  1. He aprendido a base de tortas, que aunque te pidan que les comuniques lo que piensas, has de tener en cuenta si el interlocutor está preparado para escucharlo sin enfadarse... A veces es mejor reclinar la invitación ...

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    1. También hay que tener cuidado cuando nos hacen una pregunta directa. Paremos un momento y pensemos si queremos responder y qué es lo que diremos. Algunas personas son especialistas en hacernos hablar y hablar, de temas muy personales, mientras que nosotros sabemos poco de ellos.

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  2. Excelente articulo, como nos falta escuchar bien antes de hablar o responder para no errar tanto

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    1. Gracias, es cierto. Esa escucha activa, atenta, respetuosa, nos llevaría a comprender a los demás y a ser cautelosos a la hora de responder.

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  3. Es un magnífico artículo. Me ha encantado saber más bcosas acerca de lo que es y no es ( bien) comunicar.

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    1. Querría que volvieras a leer este escrito. Creo que lo entenderías desde la experiencia de estos meses y lo verías con nuevos ojos.

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