En ocasiones, no sabemos si es mejor hablar, o si debemos callar. Para tomar
nuestra decisión, tendremos en cuenta la situación, el momento y el
interlocutor. Podemos encontramos molestos, incómodos. Sentirnos inseguros,
poco comprendidos, ignorados por algunas personas; o nos cuesta conseguir lo
que deseamos, y aquello que necesitamos.
En esos casos, es
recomendable que analicemos cómo es nuestra forma de actuar y de afrontar los
problemas que se nos presentan. Luego, introducir los cambios que sean
necesarios, para encontrarnos mejor, y para no depender de otros en lo
concerniente a nuestro propio bienestar.
El mensaje que sigue a continuación, me sirvió para desarrollar el tema de este
artículo: hablar o callar.
Continuamente estamos
aprendiendo cosas nuevas, e intentando “desaprender” otras; modificando nuestra
forma de actuar, de acuerdo a las circunstancias, las experiencias y los
aprendizajes. Como siempre, parece ser cierto que en el punto medio está la
virtud.
En un momento dado, es
posible que decidamos guardar silencio. Que deseemos preservar nuestra
intimidad, y no comunicar a otros aquello que pensamos o sentimos.
Aquí, deseo referirme
a otro tipo de “callarnos las cosas”. No es algo voluntario, reflexionado, elegido. 🔹Callamos, porque tenemos miedo de hablar o de revelar parte de lo que nos sucede. 🔹Porque
nos falta confianza en nosotros mismos o dudamos
de la idoneidad de nuestros posibles interlocutores para escucharnos y comprendernos. 🔹Es posible que, por la
educación recibida, hayamos aprendido a que cada uno debe resolver sus propios
problemas, o que es difícil encontrar personas que realmente se preocupen por nosotros
y por lo que nos sucede. 🔹Podemos ser tímidos, o introvertidos, y no haber desarrollado
las habilidades sociales necesarias para expresarnos adecuadamente.
Todo lo vamos
acumulando en nuestro interior: lo que sentimos, lo que deseamos, lo que nos
preocupa. Nuestros temores y nuestras dudas. Son tantas las emociones y
pensamientos, que se vuelven como una maraña y no somos capaces de
desenredarla. Nos sentimos confusos y paralizados. Volvemos una y otra vez
sobre las mismas cosas, y nos falta serenidad para encontrar sentido a lo que
nos pasa y soluciones para nuestras dificultades. Sentimos que nos falta el
aire, o que somos una bomba a punto de estallar.
Durante algunas etapas
de nuestra vida, o en algunas situaciones, tendemos a callarnos muchas cosas. Esto nos hace daño. Siempre recordaré
una situación dolorosa en la que estaba bastante sola, en una ciudad extraña,
sin saber a quién recurrir. Las personas a las que podía haber pedido ayuda o
consejo estaban lejos, y no pensé que pudiesen ayudarme en la distancia. El
hablar de ello vino de la persona que menos hubiera podido imaginarme. Advirtió
que yo no me encontraba bien, y así me lo hizo saber. Intuyendo por dónde iba
el problema, me invitó a hablar de ello, a “sacar el sapo” que me estaba
ahogando.
Me temo que lo he aprendido tarde... Pero la vida es experiencia y todos alguna vez hemos caido en callar tanto que al final explotamos en el monento más inoportuno...
ResponderEliminarNo, Paloma, nunca es tarde para aprender algunas cosas. Es difícil, y algunas personas nos lo ponen mucho más complicado. Estoy segura que lograrás saber cuándo hablar o callar, y con qué personas es casi imposible comunicarse.
EliminarNo podías haberlo dicho mejor...
ResponderEliminarPaloma, ésta es una de las tareas que muchos debemos seguir aprendiendo, durante mucho tiempo. Siempre se nos presentarán situaciones en las que deberemos decidir que hacer. El problema surge cuando somos algo impulsivos o confiados, y decimos algo que deberíamos haber callado. Con el silencio, cuando es decidido por nosotros, hay menos problema. Te da tiempo para meditar lo que ha sucedido y decidir qué hacer. En esto, como con lo de decir NO, siempre podemos modificar el rumbo, si lo consideramos necesario. Un abrazo.
Eliminar..... pero si siempre he callado y de pronto comienzo a hablar....todos lo toman a mal, se ponen a la defensiva y piensan que estoy sequivocad en todo lo que digo y que seguro algo hice mal y por eso intento redimirme dando explicaciones.... que hago?...que hago si nadie me escucha porque siempre he callado?
ResponderEliminarAri, es cuestión de darle tiempo al tiempo. Al principio, cuando nos hemos callado muchas cosas, resulta que cuando empezamos a hablar no somos muy hábiles, nos falta práctica y es posible que nuestras palabras estén llenas de emociones diferentes y de miedo. Todavía no confiamos plenamente en nuestra capacidad de expresar bien lo que deseamos decir, asertivamente, sin callarnos y sin ser agresivos. También, piensa que ellos te prefieren en silencio, es más fácil para ellos... Cualquier cosa, si deseas comunicarte conmigo, estaré encantada de que lo hagas... Arriba a la derecha, donde dice blogs y páginas, está mi página personal, y me puedes enviar un mensaje.
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