A
la vista de todo lo cual, Miguel le respondió a Luis, de la manera siguiente: “Curiosa
encuesta y sorprendente el resultado, en el caso de España.”
Esa
frase, obtuvo una sorprendente contestación, por parte de Luis. Con la
esperanza de que les parezca tan interesante, como a mí, me limito a
trasladársela íntegramente:
“La
verdad es que no me ha extrañado mucho porque estoy convencido que el ciudadano
español en general acarrea desde hace mucho tiempo un complejo de inferioridad
colosal.
Cuando
yo vivía en España, antes de irme a América, ya existía este complejo de
inferioridad pero en aquellos tiempos tenía una explicación muy lógica: España
era un país bastante pobre y además sumido en una dictadura que hacía que
muchos otros países nos vieran como un país inferior. Esto lo vi confirmado muy
claramente durante el tiempo que viví en París.
Pero
ahora, 55 años más tarde, de vuelta a España después de haber vivido en los
Estados Unidos durante 46 años, me he dado cuenta que este complejo de
inferioridad persiste. Yo, por razones obvias, estoy en una situación ideal
para poderlo apreciar. Los cambios que han tenido lugar en este país durante
estos últimos 46 años han sido brutales, pero como sea que han tenido lugar de
una forma muy paulatina, los españoles no se han dado ni cuenta.
Una
de las manifestaciones más claras de este complejo de inferioridad es la
obsesión con copiar todo lo que sea extranjero y especialmente todo lo
norteamericano. Esto ya existía en los tiempos de Franco pero de una forma casi
imperceptible. En estos últimos años la mencionada obsesión ha llegado a
límites que considero son deprimentes e incluso vergonzosos.
El
que la sociedad española haya copiado de arriba abajo a la sociedad
norteamericana es para mí un hecho sorprendente. Pero la parte que he
encontrado más dolorosa ha sido la copia descarada, brutal e ignorante de todas
las construcciones gramaticales inglesas (norteamericanas) y la burda creación
de una cantidad de palabras que nunca han existido en el idioma castellano y
que son una copia directa de vocablos de uso corriente en los Estados Unidos.
En otras palabras, estamos destrozando nuestra propia lengua para así poder
tener la ilusión de que somos más modernos y más "guays".
Cuando
he comentado esta destrucción de nuestro idioma nacional, veo que las personas
con las que hablo no lo entienden muy bien. Y me doy cuenta que hay mucha
gente, incluso aquellos que se consideran cultos, que ni siquiera se han
percatado de esta tragedia. Y ello es naturalmente debido al hecho que ha sido
una infiltración paulatina y solapada que ha sido no solamente aceptada sino
también alentada y acogida con los brazos abiertos por las más altas esferas de
la sociedad española y por las personas más respetadas, incluyendo los
intelectuales (¿cómo es posible?), los medios de comunicación, las grandes
empresas y los políticos.
Yo
incluso tengo una libreta donde he ido apuntando todas las barbaridades que he
oído en este último año y medio. No solamente las palabras inventadas que nunca
habían existido en nuestra lengua, sino también las palabras, giros y
expresiones típicamente norteamericanas que se han españolizado de la forma más
burda y descarada. A esto se le podría añadir el uso incorrecto de los tiempos
de los verbos (¡si “el Yeti”, nuestro profesor de Literatura, lo oyera, se
volvería a morir!). Y, también la acogida de vocablos de origen sudamericano
que son igualmente incorrectos ya que son ellos mismos copias de vocablos
norteamericanos.
Es
un tema muy delicado ya que me he dado cuenta que las pocas personas con las
que lo he sacado a colación, tienden a ponerse a la defensiva y creen que lo
hago con el afán de menospreciar a España y ensalzar a los Estados Unidos. Esto
es totalmente incorrecto y en realidad es todo lo contrario. Me duele que
España tenga tan poca dignidad como para copiar a otros países y empobrecer
nuestra identidad nacional cuando no hay razón alguna para hacerlo.
Perdona
el rollo pero como verás es un tema que me preocupa tremendamente hasta el
punto que hace que no pueda ni ver los telediarios (¡no te exagero!) porque me
da la impresión que voy a tener un ataque de corazón.”
La
respuesta de Miguel, también, nos da elementos para la reflexión:
Querido
Luis:
Ya
sé que el deterioro de la lengua española es un tema que te disgusta
enormemente. A mí, me sucede lo mismo. Es incomprensible que los integrantes de
la Real Academia Española de la Lengua no salgan en defensa de nuestro idioma,
a pesar de que argumenten todo lo contrario. Pero, no tan sólo los académicos
son responsables de esta magna catástrofe. En mi opinión, lo son todos cuantos
están directa o indirectamente involucrados con el sistema educativo de este
país, llamado España. Al mismo tiempo, todas cuantas personas permiten, desde
sus puestos de responsabilidad, que se perpetren infinidad de atentados contra
la Gramática Española.
La
encuesta que me enviaste decía que el 75% de los españoles estaban en
desacuerdo con la afirmación de que el nivel cultural de su país fuese superior
a otros. No te oculté mi sorpresa. Desde la privilegiada atalaya que más de
cuarenta años de residencia en USA te han proporcionado, puedes observar lo que
ha ocurrido y está ocurriendo en España. Y, si no me equivoco, tu fundamentas
tan terrible problemática en el complejo de inferioridad que tienen los
españoles, después de haber analizado certeramente la evolución que nuestro
país ha experimentado, en todos los órdenes, desde la muerte de Franco.
Sin
embargo, me permitirás discrepar de tu diagnóstico. Si así fuera, con ser
grave, el problema se solucionaría con un masivo programa de estimulación
anímica de la gente. A mi entender, la situación que vivimos es mucho más grave
y la atribuyo a una falta de cultura.
Los
españoles no tenemos ningún complejo a la hora de lanzar a los cuatro vientos
que somos los mejores. Lo hacemos, sin ningún complejo, cuando celebramos algún
triunfo individual o colectivo. Cuántas veces no has oído que somos los mejores
en tenis, en automovilismo, en ciclismo, etc. por el simple hecho de que algún
paisano nuestro se ha proclamado campeón. Ni qué decir tiene, cuando se trata
de alguna de nuestras selecciones deportivas. Lo mismo sucede con la música,
con la ópera, con el baile y con muchos otros ejemplos.
Lamentablemente,
Luis, quedan muy pocos "Yetis" en nuestro país. Los pocos que aún no
se han rendido han quedado acallados por la explosión de las nuevas
tecnologías, por los medios de comunicación, por las redes sociales...Tengo el
convencimiento de que ha sido muy relevante el desarrollo experimentado por los
españoles en los aspectos económicos, tecnológicos y deportivos. En la cultura,
en cambio, el retroceso sufrido desde que tú y yo estudiábamos Bachillerato, ha
sido más que penoso. Podrás comprobar fácilmente lo que te digo al ver la
reacción de las personas cuando alguno de nuestros jóvenes se muestra
interesado por el Arte, la Literatura, la Filosofía, la Filología, etc. Porque,
ninguna de estas carreras ofrece expectativas medianamente satisfactorias,
desde el punto de vista de las retribuciones económicas que percibirán, si
tienen la fortuna de encontrar un puesto de trabajo.
Te
envío un abrazo.
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