Esta historia nos
habla de la enseñanza y el aprendizaje en la escuela. Aquí, les invito a que
piensen en la posibilidad de utilizar esta fábula, en casa, para la educación
de nuestros niños. Lo más importante será captar y evaluar la diferencia de
habilidades en nuestros hijos. Reconoceremos los esfuerzos que hacen para
alcanzar sus objetivos, teniendo en mente las diferentes aptitudes que,
cada uno de ellos, posee.
No podemos exigir a
todos nuestros hijos que hagan lo mismo, o que den el mismo tipo de
respuestas, si queremos hacer justicia. No debemos forzar a nuestros niños a
que vivan de acuerdo a un modelo que, erróneamente, hemos preparado para
ellos. Es conveniente que les animemos a desarrollar sus mejores habilidades.
Haciendo esto, les servirá como fuente de motivación para mejorar en otras
áreas donde sus expectativas no son tan elevadas.
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Artículos y mensajes que ayuden a reflexionar sobre la vida, las relaciones interpersonales, familia, pareja, psicología, pensamiento, creatividad...
viernes, 20 de noviembre de 2015
La escuela de los animales: Una lección magistral de cómo debemos enseñar
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Esta fábula es una estupenda enseñanza, para que los padres seamos conscientes que cads niño es un mundo y como ser individual tiene sus propios potenciales, que deben ser estimulados para poder sacar lo mejor de ellos.. Cuantos potenciales exitosos se han quedado en medio del camino frustrados ... M¡aravillosa fábula Magdalena. Me ha encantado!
ResponderEliminarPaloma, me alegra saber que te ha gustado. Muchas gracias por todos tus comentarios.
EliminarEs cierto, sin ese apoyo respetuoso, el camino de los niños y jóvenes es más arduo, y muchos no logran desarrollar gran parte de sus singularidades.
Gran mensaje, perdemos la vida adoctrinando cuándo es tan fácil permitirle a cada quién desarrollar sus habilidades para ser feliz el resto de su vida
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