Cuando somos pequeños, precisamos del cariño, de la
atención, de la protección y del apoyo de nuestros padres y de las personas que
puedan proporcionarnos todo aquello que necesitamos.
La naturaleza humana es mucho más dependiente que la
del resto de animales que pueblan nuestro planeta. Por muchos años, quienes
forman parte de la especie humana serán dependientes de los otros seres
homónimos que les rodean. Por ello, requerirán de cuidados físicos, comida, higiene
o un hogar. Y, muy especialmente, de individuos que les den su afecto y les
acompañen, desde el punto de vista emocional, en el proceso que implica el
descubrimiento progresivo de sí mismos y del mundo circundante. También, deberá
alentárseles para que vayan explorando, conociendo, experimentando y
expresándose, mientras son observados y cuidados por adultos responsables.
Si sus carencias son satisfechas de forma adecuada, el
niño irá creciendo con un sentimiento de
confianza. Con el paso de los años, su seguridad
en sí mismo se irá consolidando. Sin apenas darse cuenta, irá adquiriendo
diferentes habilidades y pondrá a prueba sus propias capacidades.
Descubrirá cuáles son sus puntos fuertes y aquellas
actividades que hace mejor. También, se encontrará con que se le presentan las mayores
dificultades. Con respecto a estas últimas, convendría que se esforzara para
conseguir superarlas, aun acudiendo a la ayuda de otras personas, si fuese
preciso.
Hay niños
que no reciben lo exigible para un sano desarrollo. En
algunos casos, por miedo a que les pase algo, se les dará un exceso de
protección que les impedirá explorar el mundo. En otros, por la incapacidad de
sus cuidadores en proporcionarles lo necesario para que adquieran confianza en
sí mismos.
Demasiadas personas piensan que los niños solo
necesitan de abrigo y alimentación, ir a la escuela para que los profesores les
digan cómo han de comportarse; y, en todo caso, aplicar las mismas severas
correcciones de las que ellos fueron víctimas.
Un niño adquiere, de forma natural, la confianza en sí
mismo, cuando está rodeado del amor de sus padres, familiares, profesores y
amigos. En cambio, una carencia de estima, por parte de alguno de ellos, le conducirá
a una permanente inseguridad.
Imagen encontrada en Internet:
http://78.media.tumblr.com/ec33c367e0f7934a5220ca3e23fd492e/tumblr_inline_omirvnLsGA1r5mmv4_500.png
Creo que se debe considerar la opción de que la estimulación por parte de los padres ayuda muchísimo en la autoestima, si se le presta atención a la demostración de aprobación sobre los avances y soy partidario que este instrumento debe tener un acuerdo con el niño en cuanto a temáticas, donde debiera privar la elección suya.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Los padres pueden ejercer una influencia muy positiva y, también, nefasta. Haciendo sufrir a los hijos por imponerles su manera de ver el mundo, por no darles la atención y el afecto necesarios... Por supuesto, todo lo que a ellos les implique, debe ser considerado y hablado con ellos. No olvidemos que es su vida, no la nuestra.
EliminarGracias... Sí, es preciso ir reparando cualquier problema que encontremos en cuanto a la confianza en nosotros mismos. Y, también, ayudar a los hijos, y a otros niños, para que vayan creciendo confiando en su capacidad para resolver los problemas que les surjan.
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