domingo, 8 de abril de 2018

El origen de la confianza en uno mismo



Cuando somos pequeños, precisamos del cariño, de la atención, de la protección y del apoyo de nuestros padres y de las personas que puedan proporcionarnos todo aquello que necesitamos.

La naturaleza humana es mucho más dependiente que la del resto de animales que pueblan nuestro planeta. Por muchos años, quienes forman parte de la especie humana serán dependientes de los otros seres homónimos que les rodean. Por ello, requerirán de cuidados físicos, comida, higiene o un hogar. Y, muy especialmente, de individuos que les den su afecto y les acompañen, desde el punto de vista emocional, en el proceso que implica el descubrimiento progresivo de sí mismos y del mundo circundante. También, deberá alentárseles para que vayan explorando, conociendo, experimentando y expresándose, mientras son observados y cuidados por adultos responsables.

Si sus carencias son satisfechas de forma adecuada, el niño irá creciendo con un sentimiento de confianza. Con el paso de los años, su seguridad en sí mismo se irá consolidando. Sin apenas darse cuenta, irá adquiriendo diferentes habilidades y pondrá a prueba sus propias capacidades.

Descubrirá cuáles son sus puntos fuertes y aquellas actividades que hace mejor. También, se encontrará con que se le presentan las mayores dificultades. Con respecto a estas últimas, convendría que se esforzara para conseguir superarlas, aun acudiendo a la ayuda de otras personas, si fuese preciso.

Hay niños que no reciben lo exigible para un sano desarrollo. En algunos casos, por miedo a que les pase algo, se les dará un exceso de protección que les impedirá explorar el mundo. En otros, por la incapacidad de sus cuidadores en proporcionarles lo necesario para que adquieran confianza en sí mismos.

Demasiadas personas piensan que los niños solo necesitan de abrigo y alimentación, ir a la escuela para que los profesores les digan cómo han de comportarse; y, en todo caso, aplicar las mismas severas correcciones de las que ellos fueron víctimas.

Un niño adquiere, de forma natural, la confianza en sí mismo, cuando está rodeado del amor de sus padres, familiares, profesores y amigos. En cambio, una carencia de estima, por parte de alguno de ellos, le conducirá a una permanente inseguridad.





Imagen encontrada en Internet:

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3 comentarios:

  1. Creo que se debe considerar la opción de que la estimulación por parte de los padres ayuda muchísimo en la autoestima, si se le presta atención a la demostración de aprobación sobre los avances y soy partidario que este instrumento debe tener un acuerdo con el niño en cuanto a temáticas, donde debiera privar la elección suya.

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    1. Estoy de acuerdo contigo. Los padres pueden ejercer una influencia muy positiva y, también, nefasta. Haciendo sufrir a los hijos por imponerles su manera de ver el mundo, por no darles la atención y el afecto necesarios... Por supuesto, todo lo que a ellos les implique, debe ser considerado y hablado con ellos. No olvidemos que es su vida, no la nuestra.

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  2. Gracias... Sí, es preciso ir reparando cualquier problema que encontremos en cuanto a la confianza en nosotros mismos. Y, también, ayudar a los hijos, y a otros niños, para que vayan creciendo confiando en su capacidad para resolver los problemas que les surjan.

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