sábado, 23 de diciembre de 2017

En época de fiestas navideñas, conviene que seamos asertivos





Ante todo, quiero aprovechar este escrito para desearles unas buenas fiestas navideñas, que puedan estar rodeados de personas queridas y que el año que comienza en breve les traiga bienestar, buenos afectos y aprendizajes que les lleven a tener una vida más plena.

Cuando llega el mes de diciembre, pocas son las personas que permanecen indiferentes, sin que les afecte positiva o negativamente todo lo que rodea estas fechas de fin de año. Es una época en la que se considera obligatorio reunirse en familia, encontrar tiempo para vernos con las amistades y para llevar a término los diferentes preparativos.

Mientras hay quienes se encuentran muy alegres y disfrutan de estos días, año tras año, me encuentro con personas a las que no les gustan estas fiestas, lo pasan mal e, incluso, les desagrada todo lo que tenga que ver con estas festividades, como los villancicos, las compras obligatorias y el hecho de tener que reunirse con ciertas personas a las que preferirían no tener cerca en estos días.

Debemos comprender a quienes esta época les resulta desagradable, difícil de soportar o que les hace sentir mucha nostalgia. Quiero pensar que no debería ser obligatorio ir a donde no les apetece ir, aunque sabemos que son pocos los que se atreven a tomar esa libre decisión de no acudir a alguna reunión, en fechas tan señaladas. Ojalá que en sucesivos años busquen la forma de disfrutar un rato con quienes sí desean compartir buenos momentos y puedan tomar la decisión de pasar esta época del año como ellos prefieran hacerlo.

Aunque este mensaje llegará tarde, al menos para que algunas personas se replanteen si de verdad quieren asistir a las fiestas de Nochebuena y Navidad, creo que nadie debería obligarnos a estar donde no queremos estar.

A quienes sienten que no tienen más remedio que acudir a esas celebraciones, les sugeriría que trataran de quitarles trascendencia, piensen que es tan solo una reunión a la que han decidido ir porque en ella estarán algunas personas con las que de verdad quieren compartir ese día. No están obligados a sentirse felices, procuren simplemente pasarlo de la mejor forma posible. Sobre todo, no finjan lo que no sientan y no hagan el sobreesfuerzo de aparentar cercanía con aquellos que no son de su agrado.

Encontrarán personas a las que sí les apetece ver en esos días y con las cuales quizás no hayan coincidido desde hace meses o años. Disfruten de este encuentro y de su compañía, piensen en los que de verdad les agrada verse reunidos en torno a una mesa y no presten atención a los comentarios desagradables de quienes parecen disfrutar haciendo daño a los demás; son ellos los que podrían quedarse en casa y no amargar la reunión, soltando constantes impertinencias.

No es bueno tomarse las cosas de forma personal. Quienes actúan de manera brusca y agresiva, están molestos con el mundo, son otros, no ustedes. Dicen esas cosas porque es lo que ellos llevan dentro. No dejen que les contagien su mal humor y les arruinen la velada. Pongan límites, haciéndoles entender que ese no es el momento de hablar de ciertos asuntos.

Hablen de temas positivos o neutros, eludan las cuestiones que suelen enturbiar el ambiente, como las críticas, las reclamaciones, las comparaciones… Si se encontraran con quien hiciese un inoportuno uso de ellas, piensen que están bajo un paraguas o dentro de una burbuja que les protege de todo aquello que les pueda disgustar.





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1 comentario:

  1. Desde luego lo tengo muy claro. Esta noche buena la pasaré, con los que si me apetece estar, aunque me gustaria que estuviera mi madre... . Feliz Navidad querida amiga Magdalena. Un fortísimo beso de corazón.

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