jueves, 31 de diciembre de 2020

Que tus despertares, te despierten, de Daniel Karpuj




Que tus despertares, te despierten.

Y que, al despertarte, el día que comienza te entusiasme.

Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en cada nuevo amanecer.

Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.

Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.

Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.

Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.

Y que tus brazos, abracen.

Y que tu boca, bese.

Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejes de maravillarte.

Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer, por la tarea satisfactoria realizada durante el día.

Y que tu sueño sea calmo, reparador, y sin sobresaltos.

Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco al valor de las cosas, con su precio.

Y que no te creas más que nadie, porque, sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.



Texto: Daniel Karpuj. Rabino


jueves, 23 de julio de 2020

“El buscador”, un cuento sobre el tiempo realmente vivido





Hace unos días, un amigo compartió una publicación que me llevó a acordarme de “El buscador”, cuento que leí en un libro de Jorge Bucay,Cuentos para pensar”. No sé si él es su autor, aunque suele atribuírsele en las diferentes publicaciones que encontramos en internet. Quise incluirlo en mi blog, transcribiéndolo tal como lo encontré. Deseo que les lleve a rememorar esos momentos vividos con especial intensidad, que forman parte de sus recuerdos felices.

 

El buscador

 
Hace dos años, cuando terminaba una charla para un grupo de parejas, conté, como suelo hacer, un cuento a manera de regalo de despedida. Para mi sorpresa, esta vez alguien del grupo pidió la palabra y se ofreció a regalarme una historia. Ese cuento que quiero tanto lo escribo ahora en memoria de mi amigo Jay Rabon.
 

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador…

Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.

Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo.  Así que lo dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.

Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar.

El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.

Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:

“Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.

Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla. Decía:

“Yamir  Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.

Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra una tumba.

Una por una, empezó a leer las lápidas.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.

Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años…

Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.

Lo miró llorar durante un rato en silencio, y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

-No, por ningún familiar -dijo el buscador-. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?

El anciano sonrió y dijo:

-Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…:

“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue del cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:

A la izquierda, qué fue lo disfrutado. 

A la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo…

Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media…?

Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso… ¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?

¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo…?

¿Y la boda de los amigos?

¿Y el viaje más deseado?

¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? 

¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones? ¿Horas? ¿Días?

Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos. Cada momento.

 

Cuando alguien se muere,

es nuestra costumbre

abrir su libreta

y sumar el tiempo de lo disfrutado

para escribirlo sobre su tumba.

Porque ese es, para nosotros 

el único y verdadero tiempo vivido.

 

  

 

Bibliografía: “Cuentos para pensar”, de Jorge Bucay.

 

Imagen encontrada en internet: https://miportalespiritual.com.ar/wp-content/uploads/2013/09/al-llegar-la-noche.jpg




 

jueves, 2 de abril de 2020

Algunas pautas de comportamiento para afrontar la cuarentena por coronavirus



Un artículo publicado por Stephanie Escarria en “DoctorAquí/blog recoge un buen número de propuestas hechas por Daniela Calderón Araújo, psicóloga, terapeuta holística y profesora de yoga terapéutico, quien desarrolla su actividad profesional en Bogotá.

Son interesantes y saludables recomendaciones a tener en cuenta a la hora de tomarnos un respiro durante nuestras rutinas diarias, de forma que optimicemos las pausas activas que hagamos.

ALÉJATE DE LAS PANTALLAS

Durante tu pausa activa procura alejarte de cualquier pantalla que tengas a la mano. Asómate a la ventana, da un paseo por tu casa, prepárate un té o café sin la compañía del celular y llevando tu atención plena al paso a paso de una tarea sencilla. Esto te va a servir para observar tus pensamientos y disminuir su velocidad, logrando despegarte mentalmente del trabajo o la ansiedad por un breve momento.

REVISA TU POSTURA

Aprovecha la pausa para revisar tu estación de trabajo, asegúrate que tus piernas y rodillas estén relajadas y las plantas de los pies bien apoyadas en el suelo. Procura darle soporte a tu espalda con el objetivo de mantener la columna tan larga y recta como te sea posible, no temas usar todos los apoyos que necesites.

TÓMATE UN MINUTO PARA RESPIRAR Y OBSERVAR TU CUERPO

Cierra los ojos y respira profundo por la nariz, lleva la atención por cada punto de tu cuerpo desde los pies a la cabeza, identificando si tienes algún dolor o molestia que te requiera mover esa parte o cambiar de posición. Si identificas alguna emoción relacionada con la ansiedad, tómate tu tiempo para hacer más larga cada exhalación; esto te permitirá activar el sistema nervioso parasimpático, disminuir el ritmo cardíaco y los niveles de ansiedad o exaltación en el cuerpo.

Procura hacer por lo menos entre dos y cinco minutos de actividad cardiovascular en tu pausa activa. Elige lo que más te guste, baila una canción, práctica una corta secuencia de ejercicios o algunos saludos al sol a un buen ritmo para mover la sangre en tu cuerpo y despertar tu sistema cardiorrespiratorio. Esto aliviará la tensión en tu cuerpo y ayudará a poner en movimiento la sangre y otros fluidos, evitando calambres, dolores localizados y estancamiento de emociones. Asegúrate de mover todo el cuerpo, no sólo un grupo muscular.

JUEGA CON TU MASCOTA (SI TIENES)

Jugar unos minutos con tu mascota puede disminuir los niveles de cortisol en el cuerpo, así como estimular la producción de serotonina, dopamina y oxitocina, reduciendo el estrés y aumentando el sentimiento de alegría y tranquilidad. Está comprobado que esta actividad puede ser una práctica meditativa, la cual te permite alejar tu mente de las preocupaciones y los pensamientos relacionados con el trabajo, actuando como un bálsamo para el sistema nervioso.

HIDRÁTATE

Que la pausa activa sea un buen pretexto para tomar agua. El agua ayuda a la sangre a transportar el oxígeno a todos los lugares de tu cuerpo, manteniendo el correcto funcionamiento de todas sus estructuras y funciones, incluso las del cerebro. Mantenerte hidratado te permitirá ser más ágil y eficiente en el trabajo, así como poner a circular la sangre por tu cuerpo.


Daniela Calderón Araújo




Imagen personal, cedida por Daniela Calderón Araújo, para esta publicación.




En plena tempestad, mantengamos el temple. Luego, llegará la calma.



Generalmente, trato de evitar referirme a temas de actualidad, aunque llevo varios días pensando en escribir acerca de lo que estamos viviendo y sintiendo durante este confinamiento obligado por el coronavirus, o la COVID 19, como nos dice la RAE que debemos referirnos cuando hablamos de la enfermedad que puede desarrollarse a partir del contagio de este virus.

Nos encontramos ante una situación nueva, que presenta elementos desconocidos. El panorama es incierto y diferente al que hayamos vivido con anterioridad. El coronavirus empezó a expandirse a lo largo y ancho de nuestro planeta, sin respetar fronteras, nivel socioeconómico, cargos o profesiones. Aunque, quizás existan personas privilegiadas, que reciben un diagnóstico precoz y toda clase de atenciones médicas, cualquiera de nosotros puede contagiarse y hacer que otros enfermen.

A la población de gran número de países se nos ha pedido que nos quedemos en casa en la medida de lo posible, saliendo solo para cosas imprescindibles, con el fin de evitar que la COVID 19 se propague demasiado rápido y que los sistemas sanitarios se colapsen.

Es fácilmente predecible que afrontemos toda clase de emociones. Que tengamos oscilaciones en un mismo día o a lo largo de la semana. Que nos sorprendamos sintiéndonos indiferentes, apáticos, tristes, preocupados o enfadados.

Lo que conviene tener en cuenta es que esas emociones son transitorias y que van y vienen, como nuestros pensamientos. Aunque, creamos que es imposible acallar nuestra mente, lo cierto es que sí es posible gestionar esos pensamientos, viéndolos solo como ocurrencias de una mente que parece actuar en modo automático. Así mismo, conviene tener en cuenta que pasaremos por diferentes y cambiantes estados de ánimo, los cuales durarán un poco más que las emociones o los pensamientos.

Todas las emociones que sintamos, a lo largo de estos días, serán coherentes con la situación que estamos viviendo. Lo importante, aunque difícil, es que tratemos de mantener la calma, en medio de la tormenta. El hecho de sentir ansiedad, miedo, tristeza, y que surjan preocupaciones y dudas, no quiere decir que debamos permitir que todo ello nos desborde.

Tengamos presente que nuestros estados emocionales afectarán también a las personas que conviven con nosotros. Por ello, es necesario mantener el temple y plantearnos pequeñas estrategias que nos ayuden a bajar el nivel de ansiedad y preocupación. Tales como, respirar hondo, estar solos en algún momento, meditación, “mindfulness” o atención plena, hacer algún ejercicio físico o baile, ver una película o serie, utilizar nuestra creatividad…

Seamos valientes frente a la incertidumbre, toleremos las frustraciones que se nos presenten en el día a día y no permitamos que el miedo y el pesimismo se apoderen de nosotros. Hagámoslo para nuestro propio beneficio y para el de las personas que amamos, con las cuales, compartimos la vida.

Entre todos, conseguiremos afrontar lo que en estos meses nos toque vivir. No será fácil, lo sé. Pero, debéis tener la absoluta convicción de que es ilimitada la capacidad que tiene el ser humano para superar las adversidades que se le presenten. En especial, cuando nos unimos para la consecución de un común objetivo.





Imagen encontrada en internet:







martes, 18 de febrero de 2020

A la búsqueda del tiempo recuperado





(“A la recherche du temps récupéré”)

Cuando tomé la decisión de dar comienzo a este escrito, llevábamos dos días de intensos, divertidos y muy emotivos intercambios de comentarios. Nuestra amiga TERIZINA BELLABONGA nos había propuesto uno de sus encantadores ejercicios para que desarrolláramos nuestro ingenio y nos expresáramos desde el fondo de nuestros corazones.

Es un grupo muy especial y heterogéneo; pero, hemos logrado encontrar la complicidad y el respeto para expresar todo aquello que decidamos compartir. Tengo que señalar que hay momentos de una genial expresividad y libertad en los comentarios. A juzgar por el escaqueo de algunos cuantos, es de justicia reconocer que se trata de un grupo algo remiso, en ciertas ocasiones. Fue lo que se puso de manifiesto, cuando TERIZINA BELLABONGA nos encargó la tarea de buscar los seudónimos para los participantes.

Ahora, transcurridos varios días, debo decir que, a pesar de las dificultades encontradas, logramos divertirnos con el juego de los seudónimos y dar por concluido este encargo. Hubo colaboración por parte de algunas personas, pero merece hacer una especial mención de la ayuda prestada por CARIBEIDÓN, quien logró empezar con los seudónimos y facilitarnos, de igual manera, todos los que nos hacían falta para que pudiéramos completar la lista.

TERIZINA BELLABONGA nos dijo:

-En términos generales, vivimos satisfechos con lo que somos. Sin embargo, en ocasiones, nos gustaría cambiar alguno de los aspectos que conforman nuestra manera de ser y gozar de aquellas cualidades que admiramos en alguien a quien conocemos muy bien; de las cuales, nosotros, carecemos.

No hizo falta que contuviera mi intriga durante mucho tiempo porque, a continuación, TERIZINA BELLABONGA, nos lanzó el reto siguiente:

-Les propongo que juguemos con la pregunta de la imagen que les adjunto. Se trata de que piensen profundamente, antes de responder.

Si tuvieras que transformarte en un amigo, ¿quién sería y por qué?

La participación no se hizo esperar y las respuestas fueron muy variadas, emotivas y creativas. Algunas, llegaron a ser realmente entrañables, mostrando los vínculos tan estrechos que unen a los participantes.

Intentaré recopilar el mayor número de los comentarios que tuvieron lugar, en el ejercicio titulado:

EL JARDÍN DE LOS ESPEJOS

He querido respetar las aportaciones de CARIBEIDÓN, tanto para el título del presente escrito, como para este particular apartado, cumpliendo con sus indicaciones: “Tendrá un capítulo especial que se llamará “El jardín de los espejos”. Allí, en ese jardín, se podrán acicalar todos los protagonistas a su libre antojo y albedrío, con sus atributos y defectos, propios y ajenos!!!”

Algunos, no precisaron las características de los amigos que desearían tener.

PETER PAN nos dijo que era una difícil decisión, ya que a todos sus amigos los había escogido por ser como son. Que no podría escoger a uno en particular y que los quería con su especial mezcla de virtudes y defectos.

LA PEQUEÑA LULÚ no habló del tema, pero le mostró su afecto a TERIZINA BELLABONGA, enviándole un mensaje con unas flores.

UP admira mucho la serenidad, la inteligencia y el arte, por lo que le gustaría tener un poco de cada uno de sus muchos amigos y amigas. “También hay mujeres que son iconos y en las que uno podría identificar una característica que pudiese representar un sueño escondido... Me gustan aquellas que van detrás de sus sueños, que marcan estilos (y no hablo de la ropa) y que rompen esquemas pero con gracia… “

ROSICLER, estaba totalmente de acuerdo con UP. Le encantaría tener un poco de cada uno de sus amigos.

CATALINA CHAMBERÍ, nos dijo lo siguiente: “Nos encontramos con personas que poseen unas características, hábitos, aptitudes, que nos gustan mucho. A mí me sucede que me llama especialmente la atención aquello que a mí me falta, o lo tengo menos desarrollado ¿Alguien en concreto? ¡No! Creo que otras personas son como espejos que nos reflejan aquello en lo que debemos luchar por mejorar... ¡También nos ayudan a ver lo bueno que hay en nosotros! Por otro lado, si ahondamos un poco, todos tenemos una mezcla de bueno y menos bueno, que es lo que nos hace únicos; por lo que ningún amigo, o conocido, es tan perfecto como a veces creemos... Lo más importante, es que aprendamos a querernos y aceptarnos como somos, aunque siempre estemos dando pasitos para pulir ciertas aristas. Para darle más brillo a aquello que se nos da bien.”

Al respecto, UP dijo: “Si, es cierto, ¡hay una fuerza en esa conciencia de nuestros errores y en mejorarnos como seres humanos!”. Dirigiéndose a TERIZINA BELLABONGA: “¡Sólo puedo dar gracias por resaltar, en nosotros, aquello que es bello!” A continuación, se dirigió a todos nosotros: “Queridos amigos y amigas, siempre he sentido que la perfección es muy aburrida y me encanta cuando, lo casi perfecto, se vuelve bello con el error. Con una línea que sobrepasa la medida, con una nariz que le da fuerza a un rostro, con el carácter en medio de la dulzura... Detrás de cada uno de nosotros hay maravillosas historias de vidas llenas de inteligencia, fuerza, coraje, integridad, prudencia, superación, disciplina, valor, etcétera. Historias que tienen una hermosa mezcla con el miedo, la duda, la inseguridad, la cobardía y otras características... Esas batallas íntimas, internas, entre lo que somos y lo que queremos ser, se traducen al exterior y ejercen en mí un magnetismo único...”

MANECITA ROSADITA nos abrió su corazón y nos hizo algunas confidencias… Antes que nada, nos comentó que había tantas cualidades admiradas por ella, en sus amigos, que le habían servido de inspiración para hacer una transformación. Luego, concretó aún más, diciéndonos que desde 1976, hasta el día de hoy, había sufrido una metamorfosis total. Ha ido cambiando muchas cosas de sí misma y ahora siente que es una persona nueva. Nos comentaba que de ser una mujer que había sido educada a la vieja usanza (parece que de acuerdo a las costumbres más autóctonas de los bogotanos), ha ido adoptando lo que ella considera ser lo mejor de la mujer costeña: su temperamento alegre, relajado y sin complicaciones. Lo que, por cierto, le ha causado grandes diferencias con su señora madre y familia.

De su suegra, adoptó la paciencia infinita, su amor y dedicación por los hijos. De una de las amigas, la Fe y la Caridad por los más necesitados.

Ha conocido personas espectaculares. Admira de ellas, la sencillez y la elegancia, la alegría, la frescura y el desparpajo, la euforia y la sinceridad, la dulzura de GARDENIA MIRAFLORES y, de TERIZINA BELLABONGA, su inteligencia, su incomparable poder para ponernos a pensar y que es una líder nata. Ha querido tomar lo bueno de cada una, para ser mejor persona.

Como es natural, las respuestas no se hicieron esperar.

TERIZINA BELLABONGA le dijo: “Estupenda tu evolución y ¡no te imaginas cómo la disfrutamos! Eres una belleza, porque ¡es tu alma la que habla siempre! Gracias por estar tan genuinamente atenta. Un abrazo”. A lo que MANECITA ROSADITA le respondió: “Gracias a ti, TERIZINA BELLABONGA, que nos haces evaluarnos y valorar nuestras amistades”.

MARIPOSA BELLAVISTA exclamó que era una maravilla de comentario, y “¡Me gusta lo sincera que eres!”. CATALINA CHAMBERÍ le dijo a MANECITA ROSADITA: “Me parece genial que te hayas transformado a ti misma... Es importante que decidamos quién queremos ser, escogiendo aquellas cualidades que nos gustan y deseamos adoptar como propias... Yo conozco eso de ser de varios sitios... Debes escoger aquellas características con las que te encuentras mejor y te hacen más feliz. Igual que los amigos y conocidos, las personas de un lugar tienen sus cosas buenas y otras que no son muy de nuestro agrado... Normalmente, hay personas que son reacias a aceptar algunos de nuestros cambios; ¡que eso no nos impida caminar por el camino que deseamos!”

MARIPOSA BELLAVISTA, continuando con lo que dijo Rosicler, se refirió a que ella haría una "Colcha de maravillosos retazos". Le encantaría la serenidad de PETRONILA, la alegría, la manera clara y justa de pensar, la dulzura, un poquito de locura y lo detallista de otras amigas... Lo brillante de TERIZINA BELLABONGA y la fe y el amor de GARDENIA MIRAFLORES.

GARDENIA MIRAFLORES le respondió con entusiasmo: “¡Dios mío, amiga de mi alma, MARIPOSA BELLAVISTA, que linda eres!”

MARIPOSA BELLAVISTA se dirigió a CATALINA CHAMBERÍ, con mucho cariño: “Qué felicidad compartir contigo, CATALINA CHAMBERÍ, estos momentos de alegría, de entretenimiento y, en cierto modo, de escape a nuestra rutina diaria. ¡Un verdadero placer leer tus comentarios!”.

CATALINA CHAMBERÍ le agradeció a MARIPOSA BELLAVISTA sus palabras y comentó: “Es increíble el ambiente que nos contagia TERIZINA BILLABONGA. Repitiendo parte de tus palabras, quiero decir que es un placer leer todos los comentarios. Son muy interesantes, divertidos, profundos...”

MARIPOSA BELLAVISTA continuó con su maravillosa expresividad y cercanía: “¡Ayyy, mi TERIZINA BELLABONGA! ¡Hermosa! ¡Qué bella eres conmigo y qué grande es tu alma! Para crear este rincón de risas, amistades y cariño, que le da a nuestra vida ese toque mágico y nos llama a este delicioso y productivo intercambio. ¡Gracias, amiga mía!

MARIPOSA BELLAVISTA, siguió con sus bellas palabras: “Pensando en nuestra maravillosa "reunión de hoy", profundizo. Sabiendo que cada acción de nuestra vida trae consecuencias, no sólo para nosotros mismos, sino también para todos los que nos rodean, pues más mérito le doy a nuestra hermosa TERIZINA BELLABONGA, por hacer esta cadena de sentimientos, pensamientos, y situaciones alegres y divertidas que le ponen la cara bonita y alegre a nuestro mundo, tan hermoso, pero lleno de problemas y conflictos. Tal vez no te das cuenta que tu labor es grande y poderosa, pero seguramente nos ha tocado en momentos difíciles y ha sacado una sonrisa en donde había lágrimas. ¡Gracias, pues éste es alimento para el alma!”

Aquí, volvió a aparecer en escena nuestra querida anfitriona, TERIZINA BELLABONGA: “MARIPOSA BELLAVISTA, tu sabes, de sobra, cuánto agradezco los "endosos" tan generosos que me haces pero creo que, sin saberlo quizás, hay un olfato inconsciente que acerca las sensibilidades, los enfoques y las manifestaciones cariñosas y respetuosas de éstas, para lograr coincidir en los apoyos, las solidaridades y los afectos de todos quienes nos disponemos a dejar que el alma se asome. Es muy bello observar cómo hemos logrado afianzar todas esas cosas en un grupo que interactúa con total desinterés y cariño. Creo que a todos nos sucede lo mismo que a ti y ¡allí está la grandeza!”

CATALINA CHAMBERÍ le comentó: “¡Cierto, TERIZINA BELLABONGA! Creo que se dan estas magníficas conversaciones porque todos necesitamos, de vez en cuando, sacar nuestros sentimientos y vivencias... ¿Dónde mejor que con personas que reciben lo que se escribe, con delicadeza, cariño y sentido del humor?”

GARDENIA MIRAFLORES, continuó con la tarea original: “La vida es una enseñanza diaria: compartimos y aprendemos. Yo también, como MARIPOSA BELLAVISTA, haría una colcha de retazos, con un poquito de todas. Me gustaría ser más objetiva, pero lo dejo ahí”. A continuación, le dio las gracias a TERIZINA BELLABONGA.

GARDENIA MIRAFLORES, también se dirigió a CATALINA CHAMBERÍ, diciéndole que se sentía feliz de que estuviera interactuando con ellos desde hace poco tiempo y “valga la oportunidad para decirte que son muy enriquecedores tus comentarios”.

PETUNIA: “A mí me gustaría tener un poco de cada una de mis amigas y hermanas porque todas son muy especiales. Cada una tiene sus propias cualidades y son súper mujeres ¡Y, muchas, son súper madres también!

ESTRELLA FUGAZ, nos dijo que, para ella, realmente es una tarea compleja, porque todas sus amigas son especiales y le aportan mucho.

CLARINETILDA BULLERENGUE, “LA DAMA DE LA BELLA SONRISA”: “Estoy muy satisfecha tal como soy; pero como dice nuestra “panelista líder”, no por eso dejo de admirar las virtudes de mis amigas y, ¿por qué no? hasta desear mejorar un poco, aunque sea; ¡para bien, claro está! Admiro mucho a mi amiga LA BELLA CUBITA, por el temple con que enfrenta las adversidades, nunca se raja, ahí está siempre con ese humor que tanto la caracteriza. De CARIBEIDÓN admiro su verbo, su manera de decir las cosas para que suenen ¡taaaan bonitas!, a la vez que me toca ir al “pequeño Larousse” para ver qué me quiso decir, me hubiera gustado ser un “trotamundos”, mochila en hombro. Como mi amiga__, a quien nunca la he oído quejarse de nada, cualquiera diría que lo tiene todo; de CATALINA CHAMBERÍ, su profesión, me hubiera gustado ser psicóloga. De TERIZINA BELLABONGA, esa capacidad que tiene de convocatoria; siempre hay “quorum”. ESTRELLA FUGAZ, sin pelos en la lengua, que a veces tanta falta me hace ¡Ooops, jajajajajajajajaja!”

CLARINETILDA BULLERENGUE, “LA DAMA DE LA BELLA SONRISA”, dirigiéndose a CATALINA CHAMBERÍ: “¡te admiro mucho! Y ella, CATALINA CHAMBERÍ, le respondió: “Muchas gracias, me has emocionado...”

MARVICA, se expresó así: “En mí, soy mi mejor amiga...”

MUY EXPERTA YO TE HARÉ, nos dijo: “Tengo poquitas amigas, consecuencia de muchos años de intenso trabajo y tan poco el tiempo, con esa prioridad a mi familia, pero de ellas he aprendido mucho y he tenido mucha suerte de encontrarme seres buenos, más atentos que yo, más disponibles. Considero un paliativo consolador la amistad, por trivial que sea, siempre genera hondo calor humano y te integra a socializar, como en mi caso tan de ermitaña y creo he absorbido, lo más nutriente: el valor de la risa, el consuelo ante llantos, de hecho TERIZINA BELLABONGA tus apuestas a solicitarnos conceptos me aporta distensión, ante tanto combate rutinario. Abrazote y porque tienes amigas... estimulantes.”

TERIZINA BELLABONGA: “Bueno, como decía en el epígrafe, en general me siento satisfecha con lo que soy, pero eso no quiere decir que al reconocer mis fallas o carencias y admirar en muchos amigos/as la presencia de esas virtudes, no quisiera tenerlas o mejorarlas. Me encantaría, por ejemplo, tener la prudencia y silenciosa inteligencia de AMANTINE; la serenidad y objetividad de CATALINA CHAMBERÍ; la fortaleza y la alegría de CLARINETILDA BULLERENGUE, “LA DAMA DE LA BELLA SONRISA”; la enorme capacidad de tolerancia, sana resignación y la Fe de GARDENIA MIRAFLORES; la ponderación y capacidad de concisión de CAIPIRIÑA; la inteligente discreción, la capacidad de análisis y el orden mental de MADAM BUTTERFLY; la creatividad, la cultura y la chispa de CARIBEIDÓN; la ternura, el inteligente sentido del detalle y la capacidad de amar de MARIPOSA BELLAVISTA; el sincero, sarcástico y, a veces, cínico enfoque intelectual de BRUJILDA VAGAROSA; la sensibilidad artística y social de UP; la dulzura de MAMUT DE AZÚCAR; la gracia loca de MANECITA ROSADITA. Si continúo no me alcanzaría el espacio para crear, entre todas las cualidades de mis estupendas amigas/os, un ser humano cercano a la perfección. ¡Es un placer y un privilegio contar con ustedes!”

CARIBEIDÓN, rápidamente le respondió a TERIZINA BELLABONGA: “Ya presentía que un pedacito de mí, cabría dentro de ti y allí me sentiría feliz!!!”

CATALINA CHAMBERÍ también intervino, dirigiéndose a TERIZINA BELLABONGA y a todos los que participan en estos "juegos" sugeridos por nuestra amiga: “Les admiro por muchas cosas... Por la capacidad de implicarse, por compartir con los demás cosas muy personales, por la claridad mental y el sentido del humor, que transmiten cada vez que nos enfrentamos a estos divertidos retos...”

MAMUT DE AZÚCAR, dirigiéndose a TERIZINA BELLABONGA: “Gracias por esos reconocimientos pero, aunque no lo creas, tú tienes un poco de todo lo que antes mencionaste. Eres maravillosa, alegre, directa, espontánea, fuerte, jocosa y transmites tu cariño desde tus escritos. Eres una persona “fabufantástica”. Te quiero mucho”.

CARIBEIDÓN: “Aun cuando ese Frankenstein, sin cicatrices, sería una maravilla humana, terminaría por ser una persona muy triste por no tener rivalidades que compartir ¡Lo mejor será, sin lugar a dudas, seguir siendo como Dios nos hizo!”

CARIBEIDÓN: “La felicidad de vivir, muchas veces, la podemos encontrar en las diferencias que aprendemos a querer para refrendar el encanto de las cosas distintas de la vida!!! Los anacoretas y eremitas al aislarse tantos años en cuevas, sólo consiguen perder el color de sus ojos y de esa manera contemplativa sólo merece vivirla quien no se tropieza con las diferencias que nos proporciona la razón de existir en compañía con los demás!!!”

Ante esto, MARIPOSA BELLAVISTA le dijo: “Nunca podríamos vivir aislados, mi querido CARIBEIDÓN, necesitamos la charla, la risa, el calor humano, la energía del sol y los rayos de luna!!!”

GARDENIA MIRAFLORES: “Y el lucerito de plata”.

CARIBEIDÓN, dirigiéndose a MARIPOSA BELLAVISTA, dijo: “eso, eso, eso y saber que no hay miel más dulce en el panal que aquella que proviene de una RECONCILIACIÓN cuando hemos sufrido la picadura de una de sus abejas!!!”

CATALINA CHAMBERÍ continuó con la conversación: “MARIPOSA BELLAVISTA, ¡estoy de acuerdo contigo! ¡No podríamos vivir aislados! A veces, por diferentes circunstancias, parece que estuviéramos un poco más solitarios y en menor contacto con otros. Este medio, bien utilizado, nos acerca a personas que, de otra forma, nunca se hubieran cruzado en nuestro camino”.

MARIPOSA BELLAVISTA, agregó: “Siempre he dicho que Facebook, bien utilizado, es una maravilla. Claro que hemos contado con la gran suerte de tener un grupo que parece "escogido a mano"; todos, gente fina, respetuosa, alegre y un verdadero placer para compartir. Que viva el “Clan de la Felicidad” y nuestro Facebook”.

MAMUT DE AZÚCAR: “De acuerdo, MARIPOSA BELLAVISTA!!”

MADAM BUTTERFLY, exclamó: “Uy, TERIZINA BELLABONGA, eres muy generosa en tus apreciaciones. Qué buena capacidad de análisis tienes y qué suspicacia para provocar elegantemente la participación en este delicioso foro. Ello te ha servido también para rodearte de inteligentes y agudos contertulios que no podemos pasar por alto la brillantez de tus exposiciones. Mil gracias y un gran abrazo”.

LA BELLA CUBITA se unió al grupo: “¡Ay, caramba! ¡Lo que me estaba perdiendo! Yo estoy contenta como soy, pero reconozco que tengo fallas en muchas cosas y, siempre, ¿por qué no? me gustaría tener facilidad de palabra, como tienen muchas de ustedes. Me encanta leer todos sus posts, sus opiniones y puntos de vista, pero el señor CARIBEIDÓN merece mis respetos, y a mi amiga CLARINETILDA BULLERENGUE, “LA DAMA DE LA BELLA SONRISA”, le doy las gracias por mencionarme y conocerme, y a ti, TERIZINA BELLABONGA, ¡me encantas chica! Las admiro a todas y a mí me encantan los chistes, me gusta reírme”.

LA BRAZUCA VIAJERA: “Espero no tener que hacer frente a semejante dilema... Mis amigos tienen muchas cualidades, pero, no quiero ser como ninguno de ellos... Con todo respeto, estoy satisfecha por ser quien soy. Nada de extraordinario, pero yo soy yo y está muy bien así!!! Como dijo alguien una vez humorísticamente: justamente a mí me ha tocado ser quien soy.... Rsrsrsrsrsrsr”

BRUJILDA VAGAROSA, nos dijo: “Cuando TERIZINA BELLABONGA comenzó a etiquetarme en las publicaciones del grupo, poco imaginaba que se iban a constituir en una suerte de opereta viviente con la que iba a interactuar, a veces entre telones, a veces bajo reflectores y otras, como muy divertido público. Lo mejor: la continuidad de una obra siempre animada, motivada por sentimientos positivos y generosos, nunca aburrida y divinamente orquestada. Hoy ocupan todos, con sus ocurrencias y genialidades, una buena parte de mi tiempo y -como corresponde- de mi corazón. Sin haber visto a ninguno, todos me hablan al oído como si salieran, entre nubes, de una lámpara que sólo responde a la voz de la amistad”.

CAIPIRIÑA: “Creo indispensable mantenerse en movimiento. Siempre hay cosas que cambiar en nosotros mismos, para que no incurramos en la vieja y detestable auto-complacencia”.

CATALINA CHAMBERÍ: “¡Cierto, CAIPIRIÑA! Además, siempre cambian las cosas. Si nosotros no somos los motores del cambio, serán otros, o las circunstancias, los que nos obliguen a cambiar...”

HIPOCAMPO DE LAS MAREAS: “Creo que esto me ocurría cuando era pequeña y tenía conmigo muchos miedos. Incluso quería ser un superhéroe. Ya no... No me transformaría, por nada del mundo, porque ya eso ocurrió. Tomé lo mejor de cada quien y me edifiqué.... ¡y ahí voy!”

PETRONILA: “Bueno, un poco tarde, pero aquí estoy lista para mi comentario y sentir: ¡Tantas amigas y amigos maravillosos que he conocido en toda mi vida! He tratado de seguir sus cualidades y aplicarlas. Estoy, en estos momentos, rodeada de amigos que me han enseñado a vivir y a apreciar lo que tengo y lo que no tengo. Pero siempre seré yo, un poco mejorada, pero siempre yo”.

CATALINA CHAMBERÍ, le dijo a PETRONILA que es fundamental que seamos nosotros mismos, aunque vayamos variando un poco con el tiempo, gracias a esos buenos espejos que encontramos por la vida.

El comentario de MARCAPASO sirvió como broche final a tan amena “conversación”: “Mis amigos de siempre, y los estacionales, convirtieron mi vida en un arco iris y me gozan tal como soy.”


  

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lunes, 27 de enero de 2020

De la obligación de adaptarnos a otras personas y a las circunstancias que nos rodean





En esta ocasión, deseo escribir sobre el convencimiento generalizado que existe  con respecto a la obligación que tenemos de adaptarnos a otras personas y a ciertas circunstancias que nos rodean.

Es un tema muy complejo, sobre el que es conveniente profundizar. Sé que debemos tener cierta capacidad de aceptar a los demás tal como son y poseer la flexibilidad necesaria para poder relacionarnos con ellos. Lo cual, no implica tener que renunciar a nuestra manera de ser, al comportamiento que mantenemos con nuestros familiares y amigos.

Es un asunto por el que tengo una especial sensibilidad y salto como un resorte, cuando compruebo que muchas personas fueron educadas para ser dóciles y conformistas. Con el objetivo de lograr que no se cuestionasen lo que se les decía, se les ordenaba, o se les exigía.  

Lo triste es que, cuanto más sumisa sea una persona, menos se dará cuenta de la poca autonomía que ha tenido, y es posible que proteste airadamente ante lo que aquí defiendo.

Hay dos formas de adaptación. Una, que es positiva, moderada, tal como hemos visto al inicio. Y, otra, mucho más extrema, que es perjudicial para aquellos que tienen muy interiorizado el imperativo de tener que adaptarse a quienes pueden hacerles daño y permanecer en ambientes francamente restrictivos, “castradores”, hostiles y peligrosos.

¡Cuidado! También pueden herirnos desde el amor, el cariño o la amistad. Con la sobreprotección, con el hecho de impedirnos tomar nuestras propias decisiones, con la exigencia y las presiones para que seamos o actuemos de determinada manera.

En este artículo, quiero centrarme en ese imperativo familiar y social que nos empuja a adaptarnos en exceso a ciertas personas o a los grupos a los que pertenecemos, renunciando a gran parte de nuestra individualidad: nuestra forma de ser, de actuar y de sentir, nuestros gustos y deseos, nuestras propias metas y nuestros sueños. Pretenden que no cambiemos, que no asumamos otros valores, que nos mostremos pasivos ante lo que nos sucede, que nos resignemos a ciertas situaciones adversas. Y, que aceptemos lo inaceptable, que continuemos con relaciones que nos aportan mucho dolor, que permanezcamos cerca de individuos que creen que el amor es posesivo, controlador. Porque, entienden que, nosotros, somos un objeto que ellos pueden manejar a su antojo.

Se aferran a lo que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua dice con referencia a la adaptación y consideran que debemos “recibir, haciéndolo propio, un parecer, un método, una doctrina, etc., que han sido creados por otros”.

Sin embargo, quien escribe es firme partidaria de defender que tenemos el gran patrimonio de la libertad para tomar nuestras propias decisiones sobre lo que  queremos rechazar. Obviamente, hay hechos que no podemos cambiar, tales como una ruptura, una muerte, un fracaso, los cuales, debemos aceptar, después de haber pasado por el correspondiente proceso de duelo.  

A muchos les molesta que tengamos voz propia y que mostremos que no estamos de acuerdo con lo que ellos piensan que es lo correcto. Nos quieren calladitas, persiguen nuestra mansedumbre.

Les conviene que nos sintamos como una parte de un todo inamovible, pensando que somos incapaces de modificar aquello “que nos ha tocado vivir”. Y, así, se van colando las faltas de respeto hacia nosotros y las diferentes formas de agresiones. Desde la familia, la escuela, el barrio, el trabajo y la sociedad.

¡Basta ya de adaptarnos a lo que otras personas nos imponen, aunque sea en nombre de un supuesto amor! 

Tengamos el coraje y la determinación para ser como queremos ser. Aunque, para conseguirlo, debamos cuestionar y revisar algunas de las enseñanzas recibidas. Aun sabiendo que encontraremos la crítica y el rechazo de algunos conocidos o personas allegadas.






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